Cataplasma Aceite de Castor

Es una práctica sencilla para desintoxicar suavemente el cuerpo.  Tiene un efecto antiinflamatorio al  reducir la congestión linfática y estimulando el drenaje de desechos.

Cuando el aceite de ricino se absorbe a través de la piel (según Cayce y McGarey), aumenta el recuento de linfocitos. El aumento de linfocitos acelera la eliminación de toxinas de los tejidos, lo que promueve la desintoxicación y la reparación celular.

Lo que necesitas:

  1. Una botella de aceite de ricino orgánico.
  2. Dos pieza de franela de algodón.
  3. Pieza de plástico fino.
  4. Una almohadilla térmica o una bolsa de agua caliente.
  5. Una toalla vieja (el aceite de ricino mancha, por lo que es mejor usar una toalla vieja).
  6. Otra toalla o un protector para tu cama o el lugar donde te vayas a acostar.

Cómo hacer la compresa

Cortar 2 paños de franela de algodón del tamaño de la zona que vas a cubrir (puede ser de una camiseta vieja)

Calientas aceite de ricino al baño maría y lo viertes sobre el paño de algodón.

Colocas la cataplasma como una compresa sobre la zona a tratar y envuelvess con papel film transparente o una envoltura de plástico fino.

Te acuestas sobre una toalla y colocas una almohadilla caliente encima de la cataplasma a temperatura media (puede ser una bolsa de agua caliente).

Dejar actuar durante al menos una hora.

Aprovecha para relajarte y respirar profundamente. Escucha un audio agradable o lee un libro.

Retira la cataplasma con una toalla húmeda tibia con bicarbonato.

** Una vez usada, la pieza de franela se puede doblar y guardar en un contenedor en el congelador. Se puede reusar.

**Puedes comprar las compresas ajustables, ya hechas que te facilitan el proceso.

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Por más de 27 años, he centrado mi práctica de Medicina Integrativa en métodos complementarios de intervención y prevención de la salud. Sou una de las pioneras en esta modalidad en mi país de origen, la República Dominicana.

Soy fundadora de Lunavital, Centro de Medicina Integrativa que apoya el bienestar y la salud regenerativa y preventiva. Creé también la Fundación Luna Life, a través de la cual dirijo programas de servicio comunitario en salud y educación en la República Dominicana y en la ciudad de New York. Por mis importantes innovaciones en el área Médica y en la Psicoterapéutica he recibido varios galardones y reconocimientos nacionales e internacionales.

A la par de una práctica terapéutica exitosa, llevo a cabo una labor educativa e inspiradora ofreciendo cursos, talleres y conferencias en varios países.