Amanezcamos a otra consciencia. Encontremos juntos esa luz que soy Yo y esa que eres Tú.
Mirando las redes, chats, comentarios, videos, imágenes, la sensación inevitable es que el mundo está fuera de control y es fácil sentir que no hay nada que podamos hacer. Claro que todo esto nos hace sentir impotentes, desesperanzados, indefensos y con mucho miedo.
Somos humanos y si te sientes así, lo entiendo, es parte de todo, no te sientas mal por esas emociones que se despiertan. Te cuento algo bueno? No estás solo/a. Todos tenemos miedo y no solo por los terremotos, los huracanes, los desastres naturales o los provocados por el hombre. Hay mucho miedo a vivir el propósito, a amar, a mirarnos a nosotros mismos, miedos a vivir con toda la fuerza posible, a hacer el cambio. Y aunque no lo creas, hay miedo a la abundancia, a la prosperidad, a descubrir el tesoro que somos cada uno y de llegar al Ser REAL, llenando la vida de plenitud y desde ahí poder trascender todo lo que pase alrededor.
Aquí otra vez es tomar la responsabilidad cada uno. Hacerlo con la mayor humildad, permitiendo la asistencia de la Luz mayor, la de Dios. Necesitamos liberarnos de la prisión de nuestras limitaciones mentales, de nuestros bloqueos internos, de nuestros «yo no puedo», «eso no es para mi»….La invitación es a saltar a nuevas formas de pensar, soltar apegos, miserias, patrones y reaprender.
Sí orar, meditar, mandar luz, pero también, cambiar los hábitos, hacer algo diferente y empezar cada uno en la parcela que nos toca. Desde generar menos desperdicios, basura, cuidar más las plantas, los bosques, los ríos, los mares. También mirar cómo nos alimentamos, cómo descansamos, cómo nos tratamos por no tener tiempo, por buscar las soluciones desechables y rápidas.
Revisar la manía de acumular porque si, de envenenar nuestras aguas y nuestras tierras con simples prácticas que hacemos todos los días en nuestras casas como si fuera normal. Cuánto plástico, cuanto detergente, cuanto pesticida, cuanto humo, cuantas mangueras abiertas por horas, solo tirando agua….en fin, no acabo. A la vez, mirar todo esto no es para quedarnos ahí. El mundo luce oscuro y centrarnos solo en eso, lo hará más oscuro. Recuerda que el momento más oscuro es justo cuando va a amanecer.
Así que empecemos a amanecer a otra consciencia, a hacer la diferencia, volvamos a la coherencia!
Y para eso primero necesitamos amor, amarnos, solo así podremos amar nuestro entorno, lo que nos sostiene y nos nutre.
Seguimos….hermana, hermano, te deseo lo mejor!
Raquelina Luna
22-Sept 2017
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